lunes, 26 de octubre de 2009

instantes

Tus pasos borrados
Por la misma lluvia
Que te mojó.

Buscando alguna flor,
En el brillo de las aceras.

Parecía, pero no era
La nuca que me parió.

Todo cambia, menos
La lluvia que moja.

Frotando las manos,
Para alejar el frío:
Orar.

No me acuerdo de los rostros,
Que comieron conmigo.


No recuerdo el sabor.


Tu rostro entre la multitud,
Aparecía y desaparecía.


Junté mis manos
Y apareciste tú.


Un gesto anuncia
Tu presencia.


Yo soy tu testigo.(a mi padre).

Impido que la lluvia,
Lo borre todo.


Estoy vivo porque
Me duelen los huesos.


No recuerdo tu voz,
Gestos de tu risa.


¿Cómo voy a recordar a Dios?


Siempre dialogando con fantasmas,
A veces una cara aparece.


Una flor en el campo de espinas.


El dolor de los ojos
De un día sin historia.


La explosión nuclear descansa
En la belleza del mar.


Los símbolos de poder,
Duermen sucios,
En las esquinas de las ciudades.


Escribir es una forma
De hacer música.

No lo extenso,
La nota que vibra.


No el tiempo,
El instante.


Arteixo,
Donde el amor
Es el polvo que escupen
Las ruedas de los camiones.


Busco en los libros,
La amistad de los que
Nunca llegaré a conocer.


Cuando un ama a alguien
A pesar de los descuidos.


Escribí hurgar sin “h”,
Y se me quedó desnuda.


La paciencia del pájaro carpintero,
Para construir su casa.


Toc-toc del bosque,
Los ojos de alce.


La desgracia navega
Oculta el alma,
La alegría es cristalina.
Cantaba por los caminos
De maíz, para huir
Del miedo.


Cansancio extenuante
De ser justo.


El mar:
Cuando nuestros ojos
Se quedan dormidos
En el infinito.


La vejez es una
Sobredosis de melancolía.

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