martes, 27 de octubre de 2009

win el ganador

Mertens el ganador: Vino a llevarnos en su tabla de wind surf por los vientos suaves de una playa inexistente, con su cara de niño, a engañarnos con sus sonidos repetitivos. El mismo truco repetido hasta la saciedad.
El eterno femenino de Win Mertens vino a enfangarnos en nuestro provincianismo, como si de la “Vida es bella” se tratase. Convirtió nuestra vida por unos instantes en una idiotez al alcance de todos. La licuadora estuvo funcionando dos horas sin lograr en ningún momento emocionar. Algunos políticos asistentes que practican el deporte de la ola, salían emocionados. Claro, la simbiosis era evidente. El viento helado del norte nos congeló los sentimientos. Mertens es la banda sonora de nuestra política mediocre, por algo es belga. El campeón le pone música a nuestra estupidez.¿Por qué no hay ningún misterio en tu música?¿Dónde has dejado tus inquietudes?¿Encefalograma plano? Ya que nos aburrimos, no queremos que ya nada nos inquiete. Fiel aliado de la globalización mental. No veía el momento de irme: uno sigue siendo educado, aún a costa de sudar frío y revolverme en el asiento. Música en envoltorio de vaselina para amantes visuales que evitan el cuerpo a cuerpo. ¿Qué tienen que ver tus notas con nuestra alma de metal? Sin embargo, me dejaste una noche rica para el pensamiento donde observaba una mirada de adolescente admirada ante un grupo de jóvenes que cantaban canción protesta con convicción y risas. Se divertían y amaban. Pasaron más ángeles en esos momentos que en las dos horas de tu música gélida. Adiós, Win de Marte.(30/5/09).

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